El aula de los goles II: PRIMER TRIUNFO "A DOMICILIO"

Creado: Lunes, 21 Octubre 2013 17:58

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El equipo juvenil, en partido jugado el sábado 19 de octubre a las 13:15 horas en su “segunda casa”, vence en Vallobín por un justito 1 a 2, en un partido en el que pudieron golear y acabaron pidiendo la hora.

La alineación titular fue: Tejada, Fernando, Cañal, Fidi, Chusi, Alba, Garci, Berto, Javi, Gálvez y Prendes. En el banquillo: Eloy, Valentín, Alex, Tejido y Román.

Quien escribe esta crónica tan solo pudo presenciar los últimos minutos de la primera parte, cuando el Santa Teresa acababa de igualar el partido a un tanto. El gol lo marcó Berto. Comentaban los que lo vieron que había sido un golazo. En esos últimos minutos el equipo controlaba el juego, aunque como pasa, muchas veces, se desaprovechó alguna rápida entrada por la banda izquierda de Chusi, rifando balones de manera innecesaria.

Al descanso Dioni dio entrada a Tejido en el centro del campo y a Eloy, que sigue con un juego consistente y pide una oportunidad en la titularidad, en el lateral derecho.

Los primeros minutos de esta segunda parte el equipo realizó su mejor juego. Parecía cuestión de tiempo la llegada del segundo gol. Este llegó en un pase en profundidad de Chusi hacia Gálvez buscando la espalda de la defensa. El portero rival decidió ayudar saliendo a por higos (estamos en la época, según se comentaba al descanso). Y a por ellos debía de ir, porque el balón se lo tragó literalmente. Gálvez se aprovechó del error. No tuvo falta de hacerle uno de sus preciosos regates, que tanto echamos de menos y con la finura y tranquilidad que quiere ir recuperando, introdujo el balón en la portería de disparo desde fuera del área. Aplausos, gritos de ánimo y el equipo que se crece aún más y llegan las mejores ocasiones.  Tejido, solo en medio del área, envió un balón por encima del larguero (no se lo creía nadie), Berto también falló alguna buena ocasión. Se estaba perdonando en exceso.

Comenzaron el resto de los cambios. Román entró por Prendes, que había luchado con fuerza con los centrales contrarios. Al poco de entrar recibió un balón en la banda izquierda, recortó hacia dentro y disparó con la pierna derecha buscando la base del poste opuesto. Berto pasó a delantero centro. Pocos minutos después Dioni sacó a Gálvez y dio entrada a Valentín. Berto pasó al centro del campo con Alba.

Por cierto, el juego del equipo fue tan consistente durante la segunda parte que el Vallobín no disparó a puerta, y más bien pareció un ensayo de rugby, a la media hora de juego. El juego de los dos centrales era eficaz y Tejada disfrutaba del partido. Tan solo en el último cuarto de hora hubo varios saques de esquina que dejaron a nuestros aficionados con un nudo en la garganta, pero tan solo hubo un remate con un ligero peligro.

El juego parecía controlado y Tejido volvió a fallar en otro disparo desde fuera del área (hay días para los morenos… y para los rubios). En otro contrataque el árbitro le pitó un fuera de juego a Javi, muy buen partido el suyo, que solo vio el señor colegiado. Quedaba poco y llegó la jugada tonta que pudo costar muy caro. Chusi, que anteriormente recibió una falta digna de roja directa, cometió una clara infracción sobre el extremo derecho del Vallobín, que el árbitro sancionó con tarjeta amarilla. Al devolver el balón lo hace con mucha fuerza. El colegiado se sintió como Gary Cooper en Solo ante el peligro y vuelve a desenfundar mostrándole el cartón amarillo y detrás el colorado que lo enviaba a relajarse a la ducha. Incontestable. Sin embargo, hay que recordarles a los árbitros que les falta el valor suficiente para sancionar con rigurosidad las entradas que ponen en peligro la integridad física de los jugadores y sacan tarjeta por cosas menores. En fin, ya les dedicaremos más tiempo.

Inmediatamente Dioni colocó a Tejido en el lateral izquierdo. Lo hizo francamente bien y el equipo se replegó en exceso. Los dos mediocentro, Berto y Alba, se metían demasiado entre los centrales. Esto favorecía la aproximación de los centrocampistas contrarios. A su vez, cuando teníamos el balón nos quedábamos sin salida del mismo. No estaría mal corregir esto que nos ocurre en más de una ocasión.

En el descuento los contrarios pidieron un penalti en un despeje espectacular de Berto de cabeza. Segundos después el árbitro señaló el camino de los vestuarios, a donde los nuestros se dirigieron sonrientes con otros tres puntos más. Y ya van siete.

Quisiera terminar esta crónica con una pequeña moraleja, porque llevamos tres partidos y dos expulsiones:

Si queréis acabar los partidos,

no os comportéis como niños consentidos.

Crónica de Jesús Manuel Prado Lafuente